En Verdelpino como en otros muchos pueblos, las labores agrícolas acababan cada año con los trabajos en la era: trillar, dar la vuelta a la parva, barrer la era "ablentar", quitar las granzas, recoger el grano y guardar la paja.
Para los mayores, era un duro trabajo que, a veces, se realizaba con la ayuda de vecinos, era una actividad social.
Para los niños era una fiesta: correr por encima de la paja, resbalar, caer, subir en el trillo mientras daba vueltas tirado por los mulos,..... ¡Cuánta vitalidad y cuánta diversión con tan pocos recursos!
Por las noches, a veces, nos dejaban dormir en la parva que nos hacía de colchón, nos cubríamos con una manta porque por las madrugadas refrescaba. Por techo, disfrutábamos de un cielo estrellado y límpio que nos hacía reflexionar sobre la grandeza del universo.
Nos costaba mucho conciliar el sueño porque no parábamos de hablar y gastar bromas....¡qué tiempos aquellos!
Para los niños era una fiesta: correr por encima de la paja, resbalar, caer, subir en el trillo mientras daba vueltas tirado por los mulos,..... ¡Cuánta vitalidad y cuánta diversión con tan pocos recursos!
Por las noches, a veces, nos dejaban dormir en la parva que nos hacía de colchón, nos cubríamos con una manta porque por las madrugadas refrescaba. Por techo, disfrutábamos de un cielo estrellado y límpio que nos hacía reflexionar sobre la grandeza del universo.
Nos costaba mucho conciliar el sueño porque no parábamos de hablar y gastar bromas....¡qué tiempos aquellos!
Seguro que muchos de vosotros también lo habéis vivido como yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario